Cuántas veces te has levantado sin deseos de ir a trabajar, o llevar a los niños a la escuela, o ir al supermercado a hacer las compras del mes, o sencillamente a encontrarte con tu pareja. A todos nos ha pasado. ¿Por qué ocurre? Pues porque en ese momento por un motivo determinado, no nos sentimos motivados. Es un tema tan polémico que podríamos escribir hojas.
La motivación tanto intrínseca como extrínseca, juega un papel fundamental en nuestras vidas, y a veces tan solo unas palabras de un compañero o una frase que leemos en algún lugar, nos pueden alegrar esos días grises, o hacer que nos salgamos de nuestra zona de confort, por un momento.
Sentirnos motivados significa ponerle ganas a lo que hacemos, querer algo y luchar por ello, e implicar además a esas personas que nos rodean. Cuando nos sentimos motivados somos capaces de ser más racionales, pero también creativos e innovadores, permitiendo además que trabajemos mejor en equipo y con mayor empatía.
A veces, en busca de la motivación, cometemos el grave error de creernos que los demás nos deben motivar para poder ser capaces de funcionar, de ser felices; cuando en realidad la principal motivación proviene de dentro. Por eso, cuando te sientas desmotivado o creas que no existen razones para continuar o hacer las cosas diferentes, invéntate una excusa que dibuje una sonrisa en tu rostro. Es como siempre digo: ¨Sonríe ahora, luego encuentras el motivo¨
¿Te animas a enviarnos algunas frases que creas que son parte importante de tu vida por el sentido que le dan?