Actualmente, los trabajadores no son meros espectadores o sujetos pasivos del rendimiento de una empresa, sino que son quienes constituyen el elemento decisivo del funcionamiento de esta, como recurso competitivo estratégico diferenciado. Son los trabajadores quienes crean productos excepcionales y hacen que determinadas empresas se posicionen, crezcan y se desarrollen. Son los trabajadores los que con ilusión, pasión y entusiasmo crean resultados excepcionales. De ahí la importancia de velar por todas las personas que componen la empresa y por eso en Seabery estamos estudiando la posibilidad de implantar un sistema de retribución flexible. Este tipo de sistema de retribución forma parte del llamado salario emocional y consiste en retribuciones no económicas que el trabajador recibe por parte de la empresa, cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida personal y profesional de éste. Alguna de estas medidas ya se han puesto en marcha: la implantación de un horario flexible o la posibilidad de poder trabajar a distancia si las circunstancias lo permiten. Pero hay otras muchas opciones que se están estudiando, como la posibilidad de ofrecer un seguro médico o servicio de guardería.
Según el Reglamento del IRPF, el trabajador quedaría exento frente a determinados productos o servicios en el caso de que estos sean entregados por la empresa, ofreciendo una alternativa a que estos los paguen con un dinero que sí está sometido a tributación. De esta forma los trabajadores no pagarían de forma directa los servicios ofrecidos por la empresa y que quisieran disfrutar, sino que estos serían descontados de su nómina pudiendo disfrutar de dichas exenciones.
Y es que llega un momento en el que la remuneración económica deja de ser suficiente para mantener trabajadores, motivados, ilusionados y apasionados frente a su desempeño. Lo económico ha dejado de ser prioritario, y hay muchas medidas sencillas que al trabajador pueden reportarle mucho más que un aumento en el salario. Medidas tales como el reconocimiento por el trabajo bien hecho, una adecuada gestión de la comunicación o un seguro médico que garantice la satisfacción de las necesidades no solo del trabajador sino de su familia.